V.J.S.M.J.
En los colegios A.P.G. se considera a la persona como un ser rico en potencialidades humano-divinas por lo que la educación que imparten tiene como primordial objetivo formar y desarrollar en cada alumno VALORES que se encierran en los siguientes principios:
Es decir: cultivar las facultades físicas, intelectuales, espirituales y creativas del alumno en un ambiente de libertad y confianza.
Brindar a nuestros alumnos una excelente formación académica sustentada en una sólida preparación pedagógica de nuestros maestros, renovada y actualizada.
Anteponiendo el afán de TENER, la virtud de SER. Que tomen conciencia del proyecto que Dios sobre su persona, de llegar a desarrollarse plenamente como imagen suya y alcanzar la plenitud del hombre perfecto: Cristo. De la misma forma reconocer y respetar la dignidad de sus semejantes.
Utilizando los avances de la ciencia y la tecnología contemporáneos que permitan al alumno comprender y asimilar la existencia de otros pueblos y culturas que lo enriquecen; que lo impulsen a aportar lo propio de una mejor convivencia social y afirmen los valores de su propia cultura sin discriminación hacia las otras.
Educando para el servicio, sin egoísmos, sin tentaciones de dominio y con el compromiso de ser promotores de los valores evangélicos siendo solidarios y sensibles a las necesidades de sus hermanos.
Formando a nuestros alumnos para que sean fermento de vida cristiana en la sociedad de la que forman parte. Se distinguirán por los valores de honradez, espíritu de justicia, sinceridad, solidaridad, buenos sentimientos, fortaleza de alma y honestidad.
Formando para que los alumnos expresen en su vida las virtudes eucarísticas, e infundiendo en ellos una profunda devoción y veneración a Jesús Sacramentado mediante la participación activa y piadosa en la Celebración Eucarística y la adoración al Santísimo a través de las visitas.
Inculcando en nuestros alumnos una especial devoción y filial confianza a Nuestra Madre Santísima, que los lleve a un verdadero amor hacia Ella, y a la imitación de sus virtudes. La honraremos de manera especial en su advocación de Santa María de Guadalupe.
Es decir, sujetarse libre y voluntariamente a la autoridad legítima representada por los padres, maestros, autoridades civiles y eclesiásticas que se han constituido para su crecimiento humano cristiano.
Brindar a nuestros alumnos una excelente formación académica sustentada en una sólida preparación pedagógica de nuestros maestros, renovada y actualizada.
Para aprender a reconocer y aceptar las cualidades, limitaciones y errores propios con sencillez, entendiendo que todo viene de Dios y que al otorgárnoslos deben aprovecharse para el bien.
Comprometer a nuestros alumnos a crear un ambiente de comunión, fomentar la actitud de ayuda al más débil y necesitado; una disposición a servir y participar con responsabilidad en obras que afirmen y acrecienten la fraternidad en el aula, la familia y la sociedad.
Entender que la sencillez permite hacer las obras más importantes y trascendentes superando el deseo desmedido de sobresalir. La sencillez busca en todo agradar a Dios
Descubrir la necesidad del silencio exterior e interior para propiciar el encuentro con nosotros mismos y con Dios en los diferentes momentos de nuestra vida.
Actuar siempre con honestidad y veracidad con el único afán de agradar a Dios “¡Qué hermosa vida la del alma que en todo procura a Jesús sea el principio y el fin de sus acciones!” R. Madre Ma. De las Mercedes Méndez Pérez Gil.
Que nace del gozo de una conciencia tranquila y de la vida de gracia. Nuestros alumnos deben vivir la alegría basada en el amor, y así cada vez que realicen algo bueno con desprendimiento de su persona y de sus cosas, les inundará una paz interior.